sábado, 21 de mayo de 2011

Osteoporosis y ejercicio fisico

La osteoporosis es una enfermedad, en la cual disminuye la cantidad de minerales en el hueso, perdiendo fuerza la parte de hueso trabecular y reduciéndose la zona cortical por un defecto en la absorción del calcio, volviendo quebradizos y susceptibles de fractura a estos, así como anemia o ceguera.
Existen dos tipos de osteoporosis:
  1. Osteoporosis Tipo I: Está relacionada con las fracturas de las vértebras  y la parte distal del radio de la persona de entre 50 y 65 años y es 8 veces más común entre las mujeres que entre los hombres.
  2. Osteoporosis Tipo II: Afecta a las personas de más de 70 años, suele originar fracturas en la pelvis, la cadera y la parte distal del húmero, y es doble de común en las mujeres.
Los factores de riesgo para fractura y osteoporosis son:
  • Tabaquismo
  • Uso de corticoides por más de tres meses
  • Baja ingesta de calcio
  • Consumo de alcohol
  • Baja de peso
  • Déficit estrogénico antes de los 45 años
  • Alteraciones visuales
  • Demencia
  • Caídas recientes
  • Baja actividad física
  • Historia de fractura
  • Historia de fractura osteoporótica en un familiar de primer grado
Como todos sabemos, esta enfermedad es más común en
las mujeres de más de 50 años debido a la falta de estrógenos después de la menopausia. Si después de la menopausia se empieza un tratamiento de estrogenos, se puede evitar la pérdida de masa osea. Sin embargo, si el tratamiento comienza años después de la menopausia, no puede reponerse el hueso perdido; solo se conservará el hueso que queda.
Esta se ha constituido como uno de los mayores problemas de salud en los últimos años, por los problemas que acarrean a las personas que la padecen: “las fracturas óseas”. El 70% de las fracturas por encima de los 45 años está provacada por la osteoporosis. (Martín, 1995) En España se producen 31.000 fractuas por osteoporosis [Díaz y cols. (1984, citado por Bellver y Pujol, 1997)].
Para prevenir este problema, hay que centrarse en la ingestión adecuada de calcio, vitamina D y en el ejercicio. La ingesta de calcio varía según el pais, y de la edad. La cantidad recomendada en EE.UU por las agencias de salud es de 1200 mg/día. Esta ingesta de calcio, más vitamina D, que actualmente es como se está tratando esta enfermedad, aumenta la densidad osea pero no está probado de que reduzca las fracturas, e incrementando la posibilidad de generar cálculos renales.
El ejercicio para prevenir la osteoporosis:
La prevención en este caso se centra en aumentar el nivel de masa ósea en edades tempranas. Esto quiere decir que incidiendo en un trabajo de fuerza y de aumentar la densidad osea, en edades en donde los niños están en crecimiento, asegurará en un futuro una mejor salud ósea. (Martín, 1995). Los beneficios conseguidos en edades tempranas de la vida, tienen una mayor duracion en el tiempo que los que realizamos en edades avanzadas.


Existen numerosos estudios que inciden en que la práctica deportiva tiene mucha importancia, y el tipo de deporte practicado tambien tiene importancia para la ganancia de densidad ósea, por ejemplo, un estudio explica que los deportistas de judo tanto hombres como mujeres comparando con atletas o nadadores tienen una mayor densidad ósea, lo cual nos dice que la demanda deportiva específica hace que nuestro cuerpo se adapte. Al igual que otras actividades como gimnasia, voleibol, baloncesto, tenis, etc. estos deportes de gran impacto hacen que aumente la densidad ósea de sus practicantes, en cambio otros deportes como la natación no produce un aumento de la masa osea pero si existe un aumento de actividad muscular.
El ejercicio en personas con osteoporosis:
La prescripción de actividad física en edades avanzadas, debe hacerse con precaución, ya que en estas edades tenemos más riesgos de complicaciones. Los ejercicios con carga o impacto, son los que más favorecen a la masa osea, según estudios científicos, pero hay que tener en cuenta que pueden estar contraindicados según el colectivo al cual le prescribimos el ejercicio, ya que el riesgo de lesión o fractura en el caso de la osteoporosis es muy elevado. Por lo cual lo recomendable no es realizar ejercicios de alto impacto, sino realizar ejercicios de fuerza sin sobrecargar demasiado la estructura osea, este tipo de ejercicios conseguirá aumentar la densidad osea con un menor riesgo que los ejercicios de impacto como pueden ser saltos, o actividades dirigidas como el step.
Durante nuestras sesiones hay que tener presente los tipos de ejercicios contraindicados, como pueden ser las rotaciones, flexiones y extensiones extremas de la columna vertebral, y enseñar patrones posturales correctos que les puedan ayudar en la vida diaria, como sentarse correctamente en una silla, coger un objeto en diferentes alturas, etc.
Otro tipo de ejercicio que muchos autores respaldan es el ejercicio aeróbico, el cual según Barbado (2001) también frena la pérdida de densidad ósea.Existe un estudio de Krall y cols (1994) en donde se llega a la conclusión de que la mujeres que caminan más de una milla (16 cuadras o calles aprox.) diaria han tenido menores pérdidas de los niveles óseos, que las que caminan menos distancia, lo cual nos dice que un ejercicio como el caminar puede tener grandes beneficios en nuestro sistema óseo, tanto en tratamiento como en prevención de la osteoporosis.
Toda persona que quiera comenzar con un programa de actividad física debe hacerse un reconocimiento médico, esto ayudará a los especialistas deportivos para personalizar los ejercicios, existen tres tipos de personas que comienzan un programa de ejercicio después de este reconocimiento:
  1. Grupos de personas que presentan una buena densidad osea y no están afectados por la osteoporosis: Este tipo de personas estará capacitado para comenzar con un trabajo de impacto, es decir actividades como saltos, recepciones, step. Así como ejercicios de fuerza que estarán centrados especialmente donde se producen más fracturas en estas edades (cadera…)
  2. Grupo de personas que tengan signos de osteoporosis: En este grupo, los ejercicios de fuerza cobrarán mayor importancia, haciendo sobre todo isometrías en zonas específicas afectadas, y se harán paralelamente ejercicios de resistencia aeróbica como el caminar o trotar suave. (Del Rio y Roig, 2001).
  3. Grupo de personas que se han visto afectadas por alguna fractura ósea: En estos se trabajará ejercicios de fuerza y ejercicios de resistencia de baja intensidad como el caminar, prestando especial atención a evitar las caídas de estos. En este tipo de grupos, tiene una gran importancia actualmente el aquafitness, el cual es una actividad en donde trabajamos la fuerza sin tener que preocuparnos de las posibles caidas.
La conclusión final será que la práctica de actividad física controlada por un especialista, tendrá grandes beneficios no solo para evitar perdida de masa osea cuando padecemos osteoporosis, sino ya en edades tempranas para conseguir que nuestra masa osea aumente previniendo una mejor calidad de vida en la tercera edad.

BIBLIOGRAFÍA:
Grabielli. L.; Rodriguez, J.A.“Osteoporosis” http://escuela.med.puc.cl/publ/TemasMedicinaInterna/pdf/Osteoporosis.pdf
“Actividad física y Osteoporosis” http://www.efdeportes.com/efd76/osteop.htm
Apuntes Entrenador Personal – Life Santé-
DIEGO ANFRES CODAGNONE
   Profesor de Educacion Fisica




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