Cuando comemos, ingerimos calorías que nos aportan la energía para desempeñar nuestras actividades. Sin embargo,
no cualquier alimento logra los efectos nutricionales deseados. Algunos de ellos, en lugar de hacernos sentir llenos de vitalidad, lo que hacen es dejarnos una sensación de cansancio.
Estos alimentos, si bien aportan las calorías, guardan la mayor parte de ella como reserva, y apenas emplean una parte inmediatamente. Ocurre principalmente con aquellas comidas con un índice glucémico elevado. Esto implica que la glucosa en la sangre suba muy rápidamente y se segregue mucha adrenalina. En el momento nos sentiremos llenos de energía, pero será sólo una sensación pasajera. El decaimiento vendrá pronto si hemos excedido los niveles de glucosa recomendados.
Es por ello que el consumo de azúcares refinados antes del ejercicio debe ser moderado. Si bien se necesitan los hidratos de carbono simples, su exceso será perjudicial.
También los alimentos ricos en grasa deben ser evitados. La grasa ralentiza el proceso de digestión y por ende la absorción de la energía que contienen los alimentos. Las carnes con mucha grasa, los fritos y los productos lácteos no descremados pueden dejarnos sin fuerza.
Lo ideal es una dieta variada y equilibrada, controlando el consumo de grasas y azúcares refinadas como las golosinas. Con alimentos como cereales integrales, legumbres, carnes magras, frutas y verduras encontraremos nutrientes necesarios para sentirnos con energía en todo momento.
no cualquier alimento logra los efectos nutricionales deseados. Algunos de ellos, en lugar de hacernos sentir llenos de vitalidad, lo que hacen es dejarnos una sensación de cansancio.
Estos alimentos, si bien aportan las calorías, guardan la mayor parte de ella como reserva, y apenas emplean una parte inmediatamente. Ocurre principalmente con aquellas comidas con un índice glucémico elevado. Esto implica que la glucosa en la sangre suba muy rápidamente y se segregue mucha adrenalina. En el momento nos sentiremos llenos de energía, pero será sólo una sensación pasajera. El decaimiento vendrá pronto si hemos excedido los niveles de glucosa recomendados.
Es por ello que el consumo de azúcares refinados antes del ejercicio debe ser moderado. Si bien se necesitan los hidratos de carbono simples, su exceso será perjudicial.
También los alimentos ricos en grasa deben ser evitados. La grasa ralentiza el proceso de digestión y por ende la absorción de la energía que contienen los alimentos. Las carnes con mucha grasa, los fritos y los productos lácteos no descremados pueden dejarnos sin fuerza.
Lo ideal es una dieta variada y equilibrada, controlando el consumo de grasas y azúcares refinadas como las golosinas. Con alimentos como cereales integrales, legumbres, carnes magras, frutas y verduras encontraremos nutrientes necesarios para sentirnos con energía en todo momento.
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