Existe la creencia (arraigada en la comunidad atlética) de que el AINEs mejora el rendimiento deportivo, consiguiendo una mejor recuperación post-ejercicio, lo que permite realizar sesiones de entrenamiento más frecuentes y más intensos, pero no existe ninguna evidencia clara, más bien todo lo contrario, ya que algunos estudios realizados en animales han demostrado que el ibuprofeno dificulta la capacidad de los músculos para reconstruirse después del ejercicio.
Existen diferencias en el consumo de estos medicamentos, según el tipo de deporte que realizan, variando desde el 12% en los ciclistas hasta el 90% de los jugadores de fútbol profesionales. En las encuestas, hasta el 70% de los corredores de distancia y otros atletas de resistencia informan que se toman ibuprofeno antes de cada entrenamiento o competición, ya que ven en los AINEs una forma de prevención del dolor muscular.
Este nuevo estudio se suma a la creciente evidencia de que el ibuprofeno y similares anti-inflamatorios analgésicos tomados antes de un entrenamiento no ofrecen ningún beneficio y puede ser la causa de daños físicos, sobre todo a los intestinos.